Slider

r'>

29 julio 2015

Desde hace años no se sentía tanto frío.

Por: Fredy Triana Vargas

“Desde hace años no se sentía tanto frío” Dice mi mamá. 

En estas fechas el Cerro se encuentra, como le decimos por acá, "encapotado". Días grises y con lluvia son los matices de una nueva reunión de nuestro grupo de trabajo. Esta vez, el encuentro se da porque nos han citado del Canal Capital para ofrecer una entrevista. Dicho canal se interesó por nuestro trabajo, y mediante una serie de llamadas, se confirmó que llegarían en una camioneta blanca. 

Pero además de entrevista, este encuentro es de nuevo “la excusa” para charlar, reír y también rajar del prójimo, asunto del cual me gusta ser participante activo.


"Chupando frío".

Uno a uno, los citados van llegando a la cafetería que queda cerca al puente peatonal del barrio Libertadores. Por fortuna, en esta ocasión fui el segundo, cuando normalmente llego de cuarto, quinto, o sexto lugar. Veo caras de incomodidad que se presentan por el clima. Salen a flote preguntas como: ¿Será que se demoran mucho los de Canal Capital? ¿Tendremos que subir hasta San Rafael? ¿Será que Colombia le gana a Brasil?1. Preguntas que nos hacía olvidar por un momento que estábamos a merced de un cerro imponente y que entre sus ventarrones proclamaba un recorrido bastante difícil.    

Olvidé por un momento nombrar a nuestros héroes, porque caminar bajo estos climas es para héroes: Fabio, Daniela, Camilo, (quien vino desde Engativá ) Jhon, Jhony, Jesús David, Ángel y, por último el mechudo, o sea, yo.

El momento esperado y difícil había llegado. Veo orillarse una Aerovan blanca, y de ella sale quien parece ser el periodista,  su cara se transforma, se abraza a sí mismo y tirita, como cuando se nos muestra la ducha siendo niños. De la Van saca una sombrilla y aproximándose junto al camarógrafo se presenta de manera muy vigorosa: “mi nombre es Javier” y a cada uno de nosotros nos ofrece la mano. Por fortuna, él venia preparado para estas condiciones férreas en la que se encontraba nuestro sector: chaqueta impermeable, amplio paraguas y botas que disminuían la posibilidad de que esta loma lo sacara corriendo.


Humanos y perros.

Emprendimos la marcha los más valientes, entre los que me cuento yo. Decidimos subir a pie, mientras que nuestros invitados y algunos compañeros, queriendo darle un lapso más de tiempo a la inevitable lavada que les esperaba, comenzaron el ascenso en la Van. Llegamos al frente de la casa de Fabio. En el camino decidí hacer de nuestro grupo algo más grande, y lo hice trayendo conmigo a mis fieles perros Cookie y Teoquienes  saludan a sus colegas cuadrúpedos Joker y Chespirito. Los perros eran los únicos a los que el clima no logró reprimir, ya sea porque su pelaje les mantiene cálidos o por la alegría  de poder dar un paseo en la loma con sus mejores amigos humanos.


"En entrevista".


Llegamos al lugar de los contrastes, a nuestra bien conocida “cuadra armónica”; adornada de  figuras y colores,  llena de arte y revestida con vientos inclementes. Llena también de chaparrones que al aproximarse al rostro se sentían como una leve cachetada, perros mojados que agitaban su cola al vernos, árboles que se mecían, los románticos dirían que bailaban. Así, en esos muros, en esas calles y con ese clima nos encontramos presentando nuestro trabajo ante un medio masivo de comunicación. Cara de desconcierto en algunos de nuestros vecinos, pensando quizás: “estos muchachos están locos, para hacer una entrevista con estos días”, cara de felicidad de nosotros al saber que ya se está dando un paso más como grupo y caras de frío, como la de Daniela que olvidó traer un buena chaqueta.


"Cámara y acción".

Acaba la entrevista,  ya  todos pasamos al paredón y Camilo ya se había marchado a su trabajo. De nuevo estamos en frente de la casa de Fabio, y yo, con rapidez, le comento a Jesús:

Vamos a mi casa a hacer onces —.

¡Vamos a la casa de mechis a hacer onces, mejor!Proclama después con fuerza

De esta manera bajamos hacia mi casa. Y allá, en la cocina, empezamos a hacer la "vaca" para las onces, recolecta en la que yo no participo porque yo seré el cocinero, y por eso, lo más justo. Mientras tanto, se comparten unas galletas de avena que la señora Sarita (mamá de Fabio) nos obsequió. Yo prendo la estufa de gas, pongo una olleta para hacer una agua´epanela bien dulce y así romper el frío que corre por nuestros cuerpos. Llegan los ingredientes de nuestras onces, de tal modo que yo empiezo a hacer la labor que siempre disfruto: cocinar. Mientras tanto, mis compañeros empiezan a charlar y a maquinar nuestro siguiente golpe artístico o, en palabras de Jesús David, "el acto mandálico". 


"Paisaje capital empañado". 

Empiezo a observar con detenimiento mientras Jesús David habla de baldosas; nuestro amigo Johnny se ubica estratégicamente cerca de la estufa. Ángel, por su parte, está al tanto del timbre, muy cerca de la puerta de la cocina, esperando a Katherine; John hace aportes para la producción audiovisual, mientras Fabio canta y disfruta la salsa de Ismael Rivera que suena al fondo de mi habitación y Daniela, por último, se hace la fuerte al aguantar el frío que la agua´panela busca paliar.

Llega el minuto de silencio para los huevos con pan, que comemos acompañados de una agua´panela. Se siente, de pronto, un silencio mágico. El frío se aleja y su presencia desaparece por unos instantes. Y noto que nuevamente lo logramos: estamos los amigos, riendo, compartiendo, jugando y pasándola muy bien; después de todo, como dice el refrán: “después de la tormenta viene la calma”. Pero en nuestro caso sería: “después de la lluvia viene la agua´panela”, porque no dejó de llover durante todo el día.   

1. Se jugaba el partido Colombia vs Brasil por Copa América.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Imágenes y Relatos de Ciudad

El Copetón y el Diente de León En el año 2017, el colectivo Arto Arte recibió la invitación por parte de profesor y artista Oscar Moreno...