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07 enero 2017

Remembranzas del barrio Nueva Delhi, por doña Cecilia Ávila.

Por la riqueza histórica que representa para nuestra localidad, divulgamos un testimonio del libro "Voces del común. Testimonios de Líderes comunales de Bogotá". Texto publicado en el año 1998 por la Alcaldía Mayor de Bogotá y el Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital. Un nuevo documento que enriquece nuestro archivo vivo. 

A continuación podrás leer el testimonio de Cecilia Ávila, líder histórica del bario Nueva Delhi. 

La vida mía es un cuento. Es una historia como para novela. Tengo 61 años y ya voy opara 62. Apellido materno, Ávila nada más. Nací en Bogotá el 21 de diciembre de 1936. Yo soy viuda y feliz. Tengo un hijo que ya tiene 35 años. Sólo estudié primaria. Pero esa primaria que le daban a uno, no es como la de ahora, era una primaria que no tiene nada que envidiarle a los bachilleres de hoy en día. Soy pensionada, me dedico al hogar y a la comunidad. Anteriormente sí trabajé en fábricas. Siempre he vivido en Bogotá. Viví 16 años interna porque soy huérfana. Me internaron a los cinco años. Haber estado interna en casas de beneficiencia no me da verguenza, me siento orgullosa porque allá me formaron las monjas de la Presentación. 

Yo estuve en Sibaté, más allacito de La Colonia; no donde los enfermos mentales, más acá. En el año 50 me pasaron para la escuela de educación femenina. Hasta que estuve interna viví en el hogar Santa Luisa, en La Caracas con 53 y de ahí salí a trabajar. Yo le cuento mi vida. Cuando uno salía a trabajar, las monjas nos daban un baúl con tres muditas de ropa, un colchonsito y unas cobijitas para que empezara a abrirse campo en la vida. El caso es que no me quise quedar toda la vida al lado de las monjas porque yo decía que por qué uno no se podía independizar, por qué tenía que estar sometida a las monjas. Fue como rebeldía. Empecé a abrirme campo sola. Estuve trabajando como interna y después, el 22 de abril de 1961, empecé a trabajar en Croydon. De Croydon salí en el 67. En un tiempo descansé, me busqué un trabajo de costura. Yo quería aprender a embolsillar, pero no duré sino ocho meses. Después entré a Café San Juan hasta que se acabó la empresa. Allá me tocaba hacer el arreglo de las oficinas y también preparar el tinto de las impulsadoras. Después me tocó como mensajera ir a los bancos, a pagar impuestos, a consignar, a retirar, a hacer pagos, a la Cámara de Comercio, a manejar CDTs. La fábrica quedaba en Ibagué, era de la familia Pinto, de doña Melba y Omar Pinto y de los hijos Guiomar y Gabriel. Yo trabajé muy rico con la familia Pinto, uno no se ganaba un sueldonón, pero la gente era muy cariñosa. 


Cecilia Ávila, años noventa. Fuente, libro: "Voces del común".


Además del nueva Delhi, viví un tempo en Luna Park y otro rato en Kennedy. En Belén viví poco tiempo, luego me pasé al barrio inglés, pero mo volví para el Luna Park. Hace doce años me pasé a vivir aquí, desde el 1 de junio de 1986. Cuando llegué ya estaba fundado el barrio. La verdad es que ya estaban en este barrio a los que les tocó más duro la lucha, a Julio y a Cristóbal. Desde que llegué tuve contacto con estos fundadores. Cuando uno no es propietario como que no le interesa. No me había metido de lleno, porque como trabajaba no podía. Primero estaba mi trabajo, después, cuando quedé pensionada, dije ahora sí, ahora tengo mi propia casa. 

Algunos políticos nos han ayudado; por ejemplo Don Telésforo Pedraza. Además nos está ayudando Martha García de Arévalo. Eso sí, cuando llegué aquí no había todavía salón comunal, nos tocaba reunirnos en una tienda o en una casa. 



***

Este barrio lo hizo la Inmobiliaria Continental, como hacen las urbanizadoras. La casa no es que sea grande, es un espacio cómodo. La casita es bonita, con salita comedor y baño. Yo fui de las últimas en pasarme. Creo que estas casas tienen 15 años ya. Yo la compré ya construida. Ellos me cuentan que los de la inmobiliaria compraron un lote. Para poder comprar los servicios les tocó a los habitantes conformar la acción comunal, porque los de la inmobiliaria vendieron los lotes sin servicios, entonces les tocó unirse. El barrio está legal y todo eso debido a la acción comunal. 

Cuando yo vine aquí todavía teníamos un poco de problemas con el agua; tenían que mandar los carrotanques. Hace doce años Andrés Pastrana inauguró el acueducto aquí y se solucionó lo del agua. Yo no soy conservadora pero uno tiene que reconocer. No es que uno le esté metiendo cepillo. Es la verdad. El salón comunal también lo puso él, ahí está su firma. No pudo venir, pero mandó a alguien muy querida. Vino también el embajador de la India, se comprometió a ayudarnos, por lo del nombre del barrio. Claro que no se ha visto nada. Mire, yo sí les quiero reconocer a mis anteriores compañeros porque de verdad aquí en Nueva Delhi tenemos todos los servicios: agua, luz, teléfono. La verdad, este barrio ya está dentro de los reglamentarios siendo nuevo. Nosotros le ganamos a otros barrios. Los principales problemas de servicios han sido resueltos, pero, así como le cuento, un día tuvieron que bloquear la carretera para lo del agua y la luz. Me quito el sombrero ante los anteriores líderes comunales por lo que lograron. Es más, al barrio lo llaman el Chicó del Oriente. Estuvieron Marco Tulio, don Teodoro Fonseca, Saúl Mendoza, Efraín Torres, Abdón, Cristóbal, Gustavo, que ha sido el secretario, buen trabajador. Carlos Julio ha sido tesorero también y Gustavo es el presidente actual. 


La urbanización está repartida en tres sectores, sector uno, sector dos y sector tres. Hoy en día el problema más grave es la inseguridad por la formación de pandillas juveniles. A los jóvenes no es que uno les haga el feo; muchos de ellos son hijos de los primeros habitantes del barrio. Muchas veces los mismos centros educativos no les enseñan a convivir. Sobre ese problema, la inseguridad, todavía nos falta un centro social para ver si podemos hacer algo mejor. Esperamos apoyo del Departamento de Acción Comunal o la Alcaldía Mayor o una entidad grande, porque se requiere que una entidad social del Distrito nos colabore haciéndole el segundo piso al salón comunal o haciendo el centro social aparte para poner una galería social comunitaria. Nos falta eso. Afortunadamente atrás de la escuela nos van a hacer el colegio técnico para Nueva Delhi y para todo el sector, para que los jóvenes no tengan que desplazarse tanto. Ese por ejemplo, es un proyecto nuestro que ya aprobaron. Inclusive ya se habló con la directora de la jornada de la tarde de la escuela, doña Amelia Gómez de Peña. 

Hemos tratado de reunirnos con el barrio Libertadores, San Rafael, La Belleza, Valparaiso y Canadá a ver su unidos hacemos un trabajo mejor en torno a los problemas comunes como la inseguridad. Bueno, logramos el CAI. Con estos barrios hay una buena relación con los líderes comunales. Sí, la verdad es que sí, cuando hay que hacer algo se hace la carta y todos firmamos. Claro que todavía nos falta más participación, más trabajo comuntario sobre todo. Con los habitantes de cada barrio debería haber charlas. 

El año pasado hicimos el parque y nos quedó muy bonito ¡a mucho orgullo! Además, dimos con un buen maestro para la escuela. Este año salimos favorecidos con otro proyecto, vamos a hacer una calle peatonal. Aparte de eso salimos favorecidos con un parque que nos hizo la Red de Solidaridad. Tenemos la cancha arriba que fue hecha hace mucho rato, que ya está muy deteriorada y nos toca pedir a como dé lugar que nos la arreglen o nos toca hacer alguna cosa para lograr ese arreglo. 


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Llevo siete años metida en esto de la actividad comunitaria, y ahora con este nuevo período, por ahí unos ocho años. La personería de la Junta es del año 82. El primer cargo en que esuve metida fue en el comité Proset. Ahorita no hay comité. Yo me metí cuando regresé, pero no quise ser directiva. Luego, en el año 92, tuve aquí mi primer cargo, quedé como tesorera de la junta. Primero dijeron que cuatro años y nos alargaron el período por medio año más. Para mí es un orgullo que al cumplir los diez años de vivir en el barrio hubiera quedado como presidente de la Junta, la primera mujer presidente aquí en el barrio, una viejita. Ahora soy vicepresidente. 

Le cuento que es bonito trabajar por la comunidad. A veces uno dice, ya no más, pero no señor, toca seguir. Yo no pensé que iba a ser presidente. Mire que me ha gustado. En este uno no gana sueldo. Uno gana es en otras cosas; uno aprende a saber pedir las cosas, trata con más gente. Le digo que nuestro barrio es de los que más ha progresado. De pronto uno cansa a los trabajadores de las entidades. Esa viejita cómo es de cansona. Pero sabe que me gusta, las canas le dan a uno como más credibilidad. 

Portada del libro, "Voces del Común".


La Acción Comunal nos ha dado varias capacitaciones sobre el manejo de las juntas. En la Universidad del Rosario me tocó estar en curso, por la Jiménez, arriba de la séptima. Me tocó otro curso en la Universidad Libre, inclusive nos dieron la Constitución Nacional. Nos tocó hacer un trabajo con el alcalde en La Calera. Hicimos otra cantidad de trabajos con Cultura Ciudadana. En esos cursos he aprendido mucho a hacer diferentes gestiones. Me tocó a la brava aprender la contabilidad, a ser gerente de obra, mejor dicho, de todo. 

Ahorita estoy metida en lo de la Asociación de Usuarios del hospital La Victoria y del San cristóbal, que ahora es San Cristóbal Primer Nivel. Vamos a tener una caminata por toda la localidad repartiendo información. Se van a hacer unas carrozas en varios puntos y vamos a terminar en el centrto comunitario La Victoria. El 16 de septiembre nos toca estar allá pendientes para ver si atienden a la gente que está allá. Si logra entrar a los sistemas, está subsidiada. 


***

Como quedé pensionada y estoy sola, si yo me quedo aquí encerrada en mi casa me enfermo. Lo que la gente no se imagina es la clase de terapia que yo mismo me estoy haciendo. Además, también tengo unos abuelitos a los que les hacen la recreación aquí en el salón cada quince días y les hacen el control de la tensión. El hospital me está ayudando con eso. Si hay ganas de trabajar se logra algo. 

Cuando yo trabajaba iba con Heliodoro Suárez, que también fue líder comunal. Él trabajaba en Avianca. Salíamos juntos y le hice el comentario, cuando yo salga me gustaría trabajar por la comunidad. Él le comentó a Marco Tulio y me metieron en la bendita plancha. Yo no sé, pero me ha servido harto. Yo veo que en este puesto uno puede ayudarle mucho a la comunidad, aunque hay veces que uno siente que ya no más. Mire, en el período pasado se logró llevar a la comunidad, unidos todos los barrios, al velódromo, a la represa el día de los niños, a hacer el pesebre en el salón comunal, a la cancha, al parque. El tema es la recreación, reunir la gente. La posesión de la nueva junta fue en el parque. Aquí en el barrio tenemos escuelas, dos canchas deportivas y unos parques. Tenemos una obra pedagógica, que nos dio el Departamento de Acción Comunal.Tengo una cinta sobre el barrio, está en betamax. La hicieron los de la Universidad Nacional. 

Transcrito y editado por: Fabio Ramirez

1 comentario:

  1. Es para nosotros un gran orgullo, recordar nuestra fundadora y representante.
    Hoy damos las gracias a quienes la acompañaron en todo su camino de vida y ha quienes hicieron posible el acompañamiento de la creación de la Fundación Jardín De Los Abuelos Barrio Nueva Delhi. Te recordamos y extrañamos Cecilia Avila.

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