La hija de perra de todos nuestros corazones.

Ganya siempre fue una consentida de la vida. Y vivió la vida como debe ser, o como debería ser, o sea, como una perra. Salía en libertad por su mundo hecho de pastizales y quebradillas. Correteaba por allí, allá y acullá cuando se le daba la gana y cuando sus amigotes humanos de la familia Heredia la sacaban a pasear. Juguetona y catadora de vinos, a veces se le veía despulgándose con placer, en otras, retozando en los columpios de la Localidad. Las canas que fueron asomando en su pelaje hablaban de un ser de otro mundo, de un animal de galaxias. Gracias a su bondad perruna, antes de partir al más allá, me dio el permiso para que hablara un poco de ella a todos los terrícolas. Mi trabajo, entonces, consistió en reunir las declaraciones que dieron algunos de sus panas más cercanos. Como se sabe, todos los perros van al cielo, así que algún día la volveremos a ver. Excepto los que maltratan a los animales, ellos primero deben pasar por el purgatorio, lugar que está plagado de comida insípida y donde no hay dibujos animados, mucho menos canes con los cuales jugar. Para todos ustedes: Wuauf!!

Edwin Martin Heredia (mejor amigo humanoide): "Ganjita era callejera y una tía que amaba a los animales. La recogí y la llevamos a la casa cuando tenía como un añito de nacida, o bueno, eso al menos cuando llegó a nuestra house. Como era la perrita de la familia, cada uno tiene sus quereres comprometidos en la memoria de su compañía. Para mí, mi parcerita y yo éramos iguales: callejeros y libertinos". 

"Ganya y Edwin".

Helver Heredia: (mejor amigo humanoide): "Teníamos la misma sonrisa y el mismo estilacho. Nos peinábamos igual. Ganya se fue a morir sola, como una alma libre. Se perdió entre los matorrales del campo olfateando su eternidad. Saludes a todos y todas a los que ocupó un poco de memoria esa bella bola de pelos". 

Eriberto Martínez: "Hay amigos de cuatro patas que cuando nos dejan, nos duele más que si fuera un humano. Ella irá a encontrarse en el paraíso de los perritos y jugarán sus juegos inocentes con mis adorados Chiquilín, Negra y Guardián. Hermosa miniatura inquieta y amorosa, te echaremos de menos". 

Coqui (amiga perruna): "Teníamos muy buenas conversaciones sobre la naturaleza humana y sobre cómo robar salchichón. Me enseñó muchas cosas".

Joker (amiga perruna): "Solía regañarme por no orinar correctamente los postes. Fue como una madre para mí".

Teo (amigo perruno):  "Fue mi verdadera maestra en el arte de oler traseros. Recuerdo que cuando yo era cachorro solía indicarme los lugares donde se encontraban los mejores pañales para destruir".

Chespirito (amigo perruno): "No voy a negar que discutíamos mucho sobre los mejores tipos de pan que existían en el mercado: que si el rollo, que si el hojaldrado, que si las mogollas, etc. En todo caso siempre fue más sabia que yo, pues vivió épocas dichosas para nosotros los perrunos. Siendo yo ahora el mayor de la pandilla, prometo hacerle honor a su nombre y continuar con su legado de amor, compañerismo, valentía y de mucho arte". 

"Ganya in the Sky". Por: Jesús David Suárez.

Atentamente: Fabio Enrique Ramirez.